Virtuoso del teclado a muy temprana edad, discípulo privilegiado de su padre, el gran Donvi (Don Vitale) y fundador e integrante de MIA, uno de los grupos más originales y osados estéticamente en el campo del rock argentino de comienzos de los ’70, amplió sus horizontes a distintas músicas instrumentales, que rondaron las grandes formas, y piezas de ballet como las que escribió para Julio Bocca, y también la perfección camarística de sus dos tríos con Lucho González en guitarra, el que se completaba con el aerofonista Jorge Cumbo y su versión posterior, con el saxofonista y flautista Bernardo Baraj. Apasionado también por la canción, tocó junto a numerosos cantantes, entre ellos Juan Carlos Baglietto, con quien mantiene una larga y fructífera relación artística.
Fuente: CCK, julio 2015