Acto primero: Un lugar en las montañas de Suiza, frente a la casa de Guillermo Tell.
Se escucha a un pescador entonar una canción de amor, mientras Guillermo Tell, junto a su esposa Edwige y su hijo Jemmy, reflexiona sobre las desdichas del pueblo suizo, sometido al dominio de los Habsburgo, que debe soportar la tiranía del gobernador Gessler, quien ha despertado odio y terror entre los habitantes.
Los pastores celebran la fiesta en la que el venerable pastor Melchthal bendecirá a las parejas de enamorados. Su hijo Arnoldo no participa de la reunión, pues sus pensamientos se dirigen a su amada la Princesa Matilde de Habsburgo, a quien salvó de morir en una avalancha. Guillermo Tell se acerca a él instándolo a participar en la lucha contra la tiranía, pero Arnoldo duda entre su amor y el deber. De pronto llega agitado Leutoldo, quien diera muerte a un soldado de Gessler para salvar el honor de su hija y es perseguido. Su única esperanza es cruzar el Lago. El pescador se rehúsa a llevarlo en su barca porque arrecia la tormenta. Entonces Guillermo Tell se ofrece a conducirlo a lugar seguro. Al llegar los soldados, uno de ellos, Rodolfo, interroga sobre quién ha puesto a salvo a Leutoldo. El anciano Melchthal responde que allí no hay delatores, y su respuesta hace que Rodolfo ordene que sea llevado prisionero. Los soldados prenden fuego a la casa de Guillermo Tell.
Acto segundo:
Cuadro primero: Un claro en un bosque.
Matilde espera que los cazadores se alejen, para encontrarse con Arnoldo. Confía al bosque sus sentimientos amorosos. Llega Arnoldo y ambos se confiesan su recíproco amor. Matilde pide a Arnoldo un acto de heroísmo para ser merecedor de su mano aristocrática. Y se retira presurosa ante la llegada de Guillermo Tell y de Gualtiero. Vienen para convencerlo de unirse a ellos en la causa patriótica, y le comunican que su padre Melchthal ha sido asesinado por los soldados de Gessler. La noticia hace que el joven se decida a luchar para lograr la libertad de Suiza y para vengar a su padre, sacrificando su amor por Matilde.
Cuadro segundo: En las alturas del Rutli.
Los habitantes de los Cantones de Unterwalden, Uri y Schwyz se reúnen con Guillermo Tell y juran luchar juntos por la libertad de la patria.
Acto tercero: En la Plaza de Altdorf.
Los soldados festejan un nuevo aniversario de la dominación de los Habsburgo. Gessler hace colocar su sombrero en un mástil y ordena que todos se inclinen ante él en señal de sumisión. Guillermo Tell se rehúsa y es arrestado junto con su hijo Jemmy. Gessler lo desafia a probar su destreza con la ballesta, atravesando una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo. Guillermo Tell se resiste, pero su hijo le da confianza. Guillermo Tell guarda una flecha y arroja la segunda logrando partir la manzana en dos mitades exactas. El pueblo lo festeja y Gessler interroga para qué preparó otra flecha, respondiendo Guillermo Tell que hubiera matado con ella al tirano en caso de haber lastimado a su hijo. Gessler ordena entonces llevarlo a la prisión de Kussnacht, para que permanezca allí hasta morir. Matilde consigue custodiar a Jemmy. El pueblo lanza un vibrante anatema a Gessler.
Acto cuarto:
Cuadro primero: En la cabaña semidestruida del anciano Melchthal.
Arnoldo se acerca a la casa paterna, desolado por la muerte de su padre, con angustia y deseos de venganza.
Llegan los conjurados trayendo la noticia de que Guillermo Tell ha sido arrestado. Arnoldo se une a ellos para lograr liberarlo.
Cuadro segundo: Frente a la casa de Guillermo Tell.
Edwige espera ansiosa la llegada de su marido y su hijo. Llega Matilde conduciendo a Jemmy hasta su madre. Las mujeres se prometen un futuro de paz. La tormenta arrecia sobre el lago y todos ruegan por la vida de Guillermo Tell. Llega Leutoldo anunciando que ha visto a Guillermo Tell acercar la barca a la costa y liberarse de sus perseguidores. Todos corren hacia él, quien en un acto supremo, arroja su certero dardo contra Gessler y lo mata. A su vez llega Arnoldo para anunciar que los muros de Altdorf han sido abatidos. Todos juntos celebran la victoria y el advenimiento de la libertad para el pueblo suizo