Acto I
Una plaza junto a la casa de Dulcinea
Cuatro admiradores le cantan una serenata a la Bella Dulcinea, que les responde con un comentario acerca de la naturaleza femenina. La llegada de Don Quijote y Sancho Panza genera alegría en la gente del pueblo, pero los cuatro pretendientes de Dulcinea los tratan con desprecio. Don Quijote también ofrece una serenata a Dulcinea, y Juan, uno de los pretendientes, lo reta a duelo. La joven interrumpe la pelea, despide a Juan y le pide a Don Quijote que demuestre su amor recobrando un collar de perlas que el jefe de los bandidos robó de su alcoba.
Acto II
Al amanecer, en el campo
Mientras busca el collar, Don Quijote compone una nueva serenata. Sancho, temiendo que la búsqueda sea infructuosa, critica a las mujeres. Entre la niebla se distinguen unos molinos de viento, y Don Quijote se prepara para darles batalla.
Acto III
Al atardecer, en las montañas
Siguiendo la pista de los bandidos, Don Quijote se queda dormido. Los bandidos lo rodean, y Sancho huye. Cuando el jefe de los bandidos se dispone a darle muerte, Don Quijote ofrece una plegaria encomendando su alma al cielo. Los bandidos se conmueven ante la figura del viejo y, al conocer su historia, deciden entregarle el collar. Don Quijote reflexiona sobre la comprensión que siempre le muestran los criminales y los oprimidos, y se despide bendiciendo a los bandidos.
Acto IV
En el jardín de Dulcinea
Rodeada por sus admiradores, Dulcinea se muestra insatisfecha y se retira, seguida por los cuatro jóvenes. Mientras tanto, Don Quijote le anuncia a Sancho que pronto podrá retirarse, pues imagina un futuro tranquilo junto a Dulcinea. Cuando la joven regresa, Don Quijote le entrega el collar y le propone matrimonio. La joven lo rechaza con dulzura, pero los demás se burlan de él. Sancho los increpa y se retira acompañando a su señor.
Acto V
Por la noche, en las montañas
Derrotado, Don Quijote siente que sus años de caballero han quedado atrás y se prepara para morir. Se despide de Sancho y observa una brillante luz en el cielo. Imaginando una visión de Dulcinea entre las estrellas, Don Quijote muere.