Un campamento gitano al atardecer
Una banda de gitanos ha levantado sus carpas para pasar la noche a orillas de un río.
A la luz de una pálida luna, encienden sus fogatas para preparar la comida, mientras cantan a la libertad que les garantiza su existencia nómada.
Un viejo gitano cuenta una historia: hace mucho tiempo, amaba a su mujer Mariula, que lo abandonó por otro hombre, dejándolo con su hija Zemfira.
Zemfira ha crecido, tiene su propio hijo y vive con Aleko, un ruso que se ha unido a la vida gitana.
Al escuchar esta historia, Aleko se indigna de que el padre de Zemfira no se haya vengado de Mariula.
Su mujer, en cambio, no comparte este punto de vista. Para ella, como para su madre, el amor es libre. Ella misma está harta del carácter posesivo de Aleko y ahora ama a un joven gitano de su propia raza.
Hombres y mujeres danzan hasta que se van a dormir. Zemfira aparece con su joven amante, a quien besa apasionadamente para luego volver a su carpa para acunar a su hijo.
Aleko entra y Zemfira lo provoca con una canción que trata de un viejo marido que mata a su mujer por celos. Ya en soledad, Aleko medita sobre el final de su relación con Zemfira y el fracaso de su intento de vivir al margen de la civilización.
Cuando está por amanecer, Aleko sorprende a su mujer con su amante. En un estallido de celos los mata.
Los gitanos se agolpan ante el tumulto, conducidos por el padre de Zemfira, y expulsan a Aleko de la comunidad, repudiando sus actos criminales y reafirmando sus valores de libertad.
A band of gypsies has pitched its tents for the night on the bank of a river.
Beneath a pale moon, they light campfires, prepare a meal and sing of the freedom of their nomadic existence.
An old gypsy tells a story. Long ago, he loved Mariula who deserted him for another man, leaving behind Zemfira, their daughter.
Zemfira is now grown up, has her own child, and lives with Aleko, a Russian who has abandoned civilisation for the gypsy life.
Hearing this story, Aleko is outraged that Zemfira’s father took no revenge on Mariula. But Zemfira disagrees. For her, as for her mother, love is free, and she herself has already tired of Aleko’s possessiveness and now loves a younger gypsy, one of her own people.
After dances for the women and the men, the gypsies settle down to sleep. Zemfira appears with her young lover, whom she kisses passionately before disappearing into her own tent to look after her child. Aleko enters and Zemfira taunts him, singing about her wild lover.
Alone, Aleko broods on the catastrophe of his relationship with Zemfira and the failure of his attempt to flee the ordinary world.
As dawn comes, he surprises Zemfira and her lover together. In a torment of jealousy he kills them both. All the gypsies gather, disturbed by the noise. Led by Zemfira’s father, they spare Aleko’s life but cast him out from them for ever.