El barbero Basilio afeita a Don Quijote. Su enamorada Kitri, impaciente, espera que termine. Amante de los cuentos de caballería, Don Quijote la mira e imagina que es su hermosa Dulcinea, la dama de sus sueños. Cupido le perfora el corazón con su flecha. La apasionada declaración de amor de Don Quijote a Dulcinea/Kitri se interrumpe por la entrada de Sancho Panza; las cocineras lo persiguen por robar comida. En la confusión general, Kitri y Basilio se escapan. Don Quijote rescata a Sancho Panza del castigo y lo nombra su escudero. Inspirado por el amor, el caballero va en busca de la bella Dulcinea y las acciones nobles en su nombre.

La plaza del pequeño pueblo tiene un ambiente festivo. Kitri coquetea con Basilio, secretamente espera que su padre, el tabernero Lorenzo, acepte su matrimonio con él. Pero Lorenzo tiene otros planes: quiere que se case con un rico pero tonto noble llamado Camacho, de quien todo el pueblo se ríe. Kitri se niega rotundamente a obedecer la voluntad del padre.

Aparecen la bailarina callejera Mercedes y varios toreros liderados por el guapo Espada, quien ama a Mercedes; pero ella no tiene ninguna intención de quedar atada por lazos familiares. En plena diversión, Don Quijote y Sancho Panza llegan a la plaza.

La multitud alegre se ríe del escudero, cuyo único sueño es comer hasta llenarse. Don Quijote ve a su amada Kitri/Dulcinea, pero Kitri y Basilio desaparecen.

Lorenzo, Camacho, Don Quijote y Sancho Panza salen en su búsqueda.

Noche. Kitri y Basilio están tan felices que no pueden dormir. Tienen mucho que decirse el uno al otro. Su charla es interrumpida por los gitanos, acompañados por Mercedes y Espada. Pero tienen que esconderse nuevamente cuando Camacho, Lorenzo, Don Quijote y Sancho Panza llegan al campamento de los gitanos.

Estos invitan a los visitantes a un espectáculo de marionetas. La obra es sobre el infeliz amor de un príncipe y una princesa, y de su cruel padre, que quiere que un rico turco se case con ella. Don Quijote toma la ficción escénica por verdad y, con el deseo de castigar el mal, ataca al malvado actor. Al caer las máscaras, los espectadores reconocen a Kitri, Basilio, Mercedes y Espada, quienes deben volver a huir. Poco después comienza a soplar un fuerte viento que hace girar el molino. Las aspas le parecen monstruos aterradores a Don Quijote y debe luchar contra ellas en nombre de la nobleza. Pero queda atrapado en un aspa que lo eleva y luego cae al suelo. Sancho Panza sale corriendo para pedir ayuda.

Don Quijote, cansado y magullado, se duerme y tiene un sueño maravilloso: la hermosa Kitri/Dulcinea, rodeada de hadas, dríadas y cupidos, baila para él. El caballero es feliz: el bien venció al mal. Don Quijote se despierta, la visión desaparece. Entra Sancho Panza con el Duque y su séquito. El duque oyó hablar de las “grandes hazañas” del noble caballero y, ocultando su risa, lo invita a su castillo.

Don Quijote acepta la invitación con gratitud: visitará el castillo después de rescatar a su Dulcinea.

Kitri, Basilio, Mercedes y Espada se esconden en la taberna. Entran Camacho y Lorenzo, listos para poner fin a sus juegos. Camacho exige a Lorenzo su prometido matrimonio con Kitri. El padre lo aprueba inmediatamente, pero Basilio llega corriendo y, en un arrebato de celos, simula suicidarse con un cuchillo. Con lágrimas en los ojos, Kitri le ruega a Don Quijote que la ayude a casarse con su amado Basilio.

El noble caballero obliga a Lorenzo a dar su bendición a la pareja. Basilio y Kitri están felices, agradecen a Don Quijote e invitan a todos a su boda.

Las fiestas por la boda. 

El sueño de Don Quijote se hizo realidad: realizó una noble acción y rescató a su Dulcinea. Camacho es consolado por la algarabía general a su alrededor. Lorenzo acepta el matrimonio de su hija, Mercedes y Espada deciden unir sus corazones enamorados también: la alegría y el entretenimiento están por todas partes. Todos agradecen a Don Quijote y su fiel escudero, a quienes les esperan nuevas aventuras y nobles acciones.

 

Fuente: Programa Teatro Colón